"Los muros están en las mentes"

El criminólogo Elías Neuman analizó esta mañana en "En eso estamos" las causas y efectos de la construcción de un muro entre los partidos de San Isidro y San Fernando para separar a los coquetos vecinos y vecinas de La Horqueta del "pobrerío" del Barrio Jardín.

El especialista aseguró de entrada que "los muros están primero en las mentes de las personas" y sostuvo que "no puede ser, un muro es una materialización de cierto tipo de política demagógica que deviene canallesco, sea el de Mexico o Israel, es terrible separar a los seres humanos en épocas en que, por lo menos desde niveles teóricos, se habla de derechos humanos".

"Estamos hablando desde hace tanto tiempo de la inseguridad que genera el delito callejero y urbano, que es un delito dramático, tremendo. Pero qué pasa con los delitos de arriba, de grandes administrativos, con el fraude económico, la corrupción, parece que eso no interesa", preguntó.
Para Neuman, "hay hechos mucho más importantes y más serios que los delitos callejeros como, por ejemplo, el hambre, las muertes por subnutrición que producen o se conectan con otras enfermedades. Hay una inseguridad que es producto de la desigualdad social y obviamente se refleja en cuestiones tan tremendas como la existencia del excluido social, desposeído, pobre".
"Tenemos que tener en cuenta las políticas a que nos lanza este sistema neoliberal que se ha agotado hace 25 o 30 años. Lo que nos ocurre a nosotros casualmente ocurre en todos los países latinoamericanos. Hay cosas sincrónicas, entonces uno tiene que empezar a pensar si todo este tema de la inseguridad y la violencia no son paradigmas del sistema".

Explotación política de los miedos

"Desde la ápoca de Hobbes, hace 200 años, el miedo de la gente siempre fue un objeto de explotación política. Pero creo que se ha acrecentado de una manera fenomenal en estos últimos 20 o 25 años", manifestó el criminólogo.
Finalmente agregó: "En cierto aspecto es bastante lógico porque hay una delincuencia dramática pero, insisto en que no es la única. Es, claro, de persona a persona pero se imaginan la delincuencia económica: un sólo delito cometido detrás de un escritorio cometido por una transnacional tiene un efecto terrible y un desmedro económico para el país fenomenal muy superior a aquel que cometieron todos los que están presos por delitos contra la propiedad que son gente de abajo".

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