Licencia para volar

Las y los integrantes del colectivo de la FM Alas, radio comunitaria de El Bolsón, comunicaron que desde el jueves pasado tienen licencia oficial emitida por el Comité Federal de Radiodifusión. Desde FM De la Calle saludamos este logro y compartimos las palabras con que nos transmitieron la buena nueva:

Hoy recibimos la noticia de la publicacion en el Boletin Oficial que el COMFER nos otorgó la licencia de Alas!
Qué significa?
Que este logro es resultado de años de lucha y seguimiento de un monton de gentes, organizaciones, movimientos.
Que hace 22 años venimos ejerciendo el derecho a hacer nuestra comunicacion, a la libertad de expresión, con la legitimidad del día a día, del camino recorrido, pero con la incertidumbre del no reconocimiento legal a nuestra existencia.
Que hoy se concreta un cacho de justicia ante años de "ilegalidad" que nos la hicieron sentir cuando nos declararon “clandestinos” e intentaron decomisarnos los equipos.
Que esta conquista da mas fuerza para seguir hasta que todas y cada una de nuestras radios comunitarias tengan la cobertura legal que por derecho nos merecemos.
Que es una alegria compartida para seguir trabajando porque en el mundo existan diversas y múltiples voces. Para que no sólo se escuchen aquellas que tienen que ver con el mercado y los grandes monopolios de la comunicación.
Para andar, empujar, abrir, circular. Para que otros y otras continúen la ronda.
Colectivo FM Alas Asociacion Civil Alas para la Comunicación Popular

FM Alas está ubicada en El Bolsón, provincia de Río Negro, en plena cordillera al límite con Chile. Empezó sus transmisiones el 10 de septiembre de 1987 en el 89,1 del dial. Hasta esa fecha El Bolsón sólo contaba con una emisora: LRA 57, Radio Nacional fue el primer refugio de los proyectos comunicacionales que recorrían el aire del valle. Los pobladores del lugar habían comenzado a ver llegar desde distintos puntos del país las ideas que inspiraban a quienes andaban en busca de una relación más directa con la naturaleza e imaginaban la tranquilidad de la pre-cordillera en la Comarca Andina del Paralelo 42º.
Los emigrantes traían consigo la necesidad de una convivencia menos agobiante que en las grandes ciudades y se encontraban con los primeros y verdaderos dueños de las tierras, los Mapuches. Relegados y expulsados de sus tierras, con la consecuente pérdida de su identidad cultural y forma de vida. Frente a esta realidad, era necesario ampliar los espacios donde la comunidad pudiera expresarse, era inminente que las voces vuelen amplificadas por los barrios y se reproduzcan las discusiones.
Las lenguas inquietas querían ponerle voz a la naturaleza para que reclame el respeto que se merece, querían cantar la música de los paisanos para que la escuchen los recién llegados, querían nombrar las necesidades para que las conozcan sus responsables y gritar las alegrías para compartirlas. Las palabras ya tenían ALAS, siempre las tuvieron, pero necesitaban volar más allá, por eso la gente parió su radio.