jueves, 21 de abril de 2011

Apareció con vida Víctor Martínez

Víctor Oscar Martínez testigo directo del crimen del obispo Carlos Horacio Ponce de León durante la dictadura apareció con vida luego de estar desaparecido durante 2 días y medio. Según contó al noticiero nacional del Foro Argentino de Radios Comunitarias (FARCO) su abogada María Gabriela Scopel, “todo indica que sí” estuvo secuestrado ya que “lo que pudo decir es que lo tenían en una habitación, parece que sin ventanas”, donde “le decían qué decir”. Consultada sobre que es lo que pretendían que dijera, la letrada dijo que “eso es lo que todavía no sé”. Scopel relató a FARCO que Martínez apareció alrededor cerca de la medianoche de este miércoles en el barrio porteño de Caballito, que “estaba sin anteojos, que él usa anteojos y hablaba balbuceante y caminaba perdido, tenía perdida de equilibrio. Le habían suministrado ansiolíticos o alguna medicina que produjo todo eso”.
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Scopel contó que al ser liberado Martínez “se ve que pidió un teléfono, habló a la familia para decir que estaba bien y alguien lo acercó hasta una comisaría. Después en la comisaría llamaron a los médicos”, para que lo revisaran. “De la comisaría lo llevaron al hospital a hacerle los controles y la observación y le hicieron análisis. Después de eso simplemente lo mandaron a su casa, se fue del brazo de la esposa y del hijo porque tenía pérdida del equilibrio. Y esperemos que pueda descansar hoy y que cuando pueda nos diga a todos qué pasó en estos tres días que fueron realmente un infierno”.
El obispo Ponce de León era tutor de Martínez y éste lo acompañaba en la camioneta el día que tuvo el dudoso accidente en el que perdió la vida en julio de 1977. Víctor Martínez estuvo desaparecido durante un año en 1977 después de que increpara al represor Manuel Fernando Saint Aman, jefe militar en la zona de San Nicolás, actualmente imputado en la causa por el asesinato del obispo Ponce de León.
La abogada María Gabriela Scopel dijo a FARCO que “todo indicaría” que la causa del secuestro es su condición de testigo del crimen del obispo.
Martínez había recibido varias amenazas y en una, que se concretó en agresión hacia él y un amigo, le dijeron que se dejara de molestar con el ex teniente coronel Saint Amant y con el cuestionado juez de la causa Carlos Villafuerte Ruzo.

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