Luego de escuchar las declaraciones de Carlos Arrigoni, delegado local del Ministerio de Trabajo provincial, sobre la clausura del call center de calle Juan Molina y sus opiniones sobre la actividad se comunicó a la radio Laura, oyente y ex trabajadora del Sur Contact Center."Estoy muy molesta con este señor, estoy indignada. Creo que la entrada al call center de Juan Molina fue porque es algo nuevo, porque es chiquito, porque la verdad casi el año que estuve trabajando en el de Cabrera jamás hicieron una inspección. Absolutamente nada, es más a mí me despidieron el año pasado y a nosotros ni Empleados de Comercio ni el Ministerio de Trabajo nos respaldó", se quejó.
Comentó que en ese momento eran "400 trabajadores por turno -de seis horas porque está considerado insalubre por más tiempo por el tema de la audición- yo particularmente atendía lo que era telefonía fija para Telefónica y la parte de Speedy y venta de servicios (...) Nosotros no teníamos comisiones sino motivaciones".
Esto último quiere decir, una especie de "juegos" donde a quien vendía determinada cantidad de servicios en un lapso de tiempo predefinido le hacían "tirar un corchito adentro de una copa" y si la embocaban se ganaban un asado para toda la isla: "Según mis compañeras te daban 500 pesos en efectivo para el asado pero nunca apareció" o los premios consuelo, "boludeces" de Telefónica.
Otro punto que muestra las condiciones laborales es la existencia de "3 baños para 380 en un turno de seis horas. Estaban edificados 5 pero en dos siempre algo pasaba. Partámos de la base que allá no hay cloacas, cada día y medio venía el camión resumidero y era imposible trabajar adentro porque todo el olor nauseabundo que te puedas imaginar iba para el piso".
"En invierno tenías que estar trabajando con polera, bufanda y guantes por el frío. Y después el tema de la presión psicológica que tienen ellos que es impresionante", detalló Laura.
Para ella, "la necesidad tiene cara de hereje. Realmente yo lo necesitaba (al empleo) como la mayoría de las personas que estamos trabajando ahí", reconoció.
Pero eso no es todo, afirmó que encima al ser despedida la "indemnizaron mal, yo les inicié una demanda por causa de despido injustificada, ellos alegan redistribución empresarial que no es motivo de despido... Arrigoni se lavó las manos, como todos los del Ministerio de Trabajo y como el segundo de Crisol en Empleados de Comercio -que se cagó porque fuimos diez mujeres juntas a hablar- y él estaba absolutamente al tanto de todo lo que pasaba ahí adentro".
"Lo único que dijo que podía hacer era mediar entre nosotras y la empresa para la reincorporación. Estamos todos locos, ¿en qué condiciones íbamos a entrar? Te tienen un mes y te vuelven a echar", concluyó.
Escuchála ACÁ
Comentó que en ese momento eran "400 trabajadores por turno -de seis horas porque está considerado insalubre por más tiempo por el tema de la audición- yo particularmente atendía lo que era telefonía fija para Telefónica y la parte de Speedy y venta de servicios (...) Nosotros no teníamos comisiones sino motivaciones".
Esto último quiere decir, una especie de "juegos" donde a quien vendía determinada cantidad de servicios en un lapso de tiempo predefinido le hacían "tirar un corchito adentro de una copa" y si la embocaban se ganaban un asado para toda la isla: "Según mis compañeras te daban 500 pesos en efectivo para el asado pero nunca apareció" o los premios consuelo, "boludeces" de Telefónica.
Otro punto que muestra las condiciones laborales es la existencia de "3 baños para 380 en un turno de seis horas. Estaban edificados 5 pero en dos siempre algo pasaba. Partámos de la base que allá no hay cloacas, cada día y medio venía el camión resumidero y era imposible trabajar adentro porque todo el olor nauseabundo que te puedas imaginar iba para el piso".
"En invierno tenías que estar trabajando con polera, bufanda y guantes por el frío. Y después el tema de la presión psicológica que tienen ellos que es impresionante", detalló Laura.
Para ella, "la necesidad tiene cara de hereje. Realmente yo lo necesitaba (al empleo) como la mayoría de las personas que estamos trabajando ahí", reconoció.
Pero eso no es todo, afirmó que encima al ser despedida la "indemnizaron mal, yo les inicié una demanda por causa de despido injustificada, ellos alegan redistribución empresarial que no es motivo de despido... Arrigoni se lavó las manos, como todos los del Ministerio de Trabajo y como el segundo de Crisol en Empleados de Comercio -que se cagó porque fuimos diez mujeres juntas a hablar- y él estaba absolutamente al tanto de todo lo que pasaba ahí adentro".
"Lo único que dijo que podía hacer era mediar entre nosotras y la empresa para la reincorporación. Estamos todos locos, ¿en qué condiciones íbamos a entrar? Te tienen un mes y te vuelven a echar", concluyó.
Escuchála ACÁ
Este tipo es un impresentable. Llevo tres denuncias hechas al ministerio de trabajo en Bahía y aún no tuve respuestas. Además, en muchos gremios ya se sabe que con coimas todo es posible. Un chanta, lástima que no puedo dar mi nombre real porque me quedo sin laburo... en negro, obvio, pero trabajo y como lo necesito tengo que bajar la cabeza por mi hijita. Estoy re caliente al leer esto!!!!!!!!!!!disculpen, saludos.
ResponderEliminar"Taty"