
El rector de la Universidad Nacional del Sur, Guillermo Crapiste, defendió en el programa "Enredados" la aceptación advirtiendo que "los fondos se reciben a través del Estado nacional y dando cumplimiento a una ley nacional y después el Ymad es una empresa del Estado".
Crapiste agregó que se recomendó a las universidades que el dinero no se dedicara "a gastos generales sino a programas de mejoramiento u obras de infraestructura que hicieran el desarrollo de la universidad y en ese sentido se expidió nuestro Consejo Superior".
Mencionó que si bien aún no estaba definido, las propuestas recibidas para destinar los fondos apuntaban a la concresión de obras de gas para adecuarse a normativas del Enargas, infraestructura y mejoramiento en el edificio de Alem y Humanidades y la adquisición de un colectivo para la realización de viajes de estudio.
El último jueves se comunicó que mediante una resolución, el rector amplió en 200 mil pesos el monto destinado a la asistencia de estudiantes con necesidades económicas. "Ello implica aumentar de 350 a 750 el número de beneficiarios" de becas de transporte y comedor.
En cuanto a tareas vinculadas a estudios de contaminación, el funcionario dijo que "de ninguna manera (condiciona) porque los fondos vienen del Estado Nacional. En realidad no van a rentas generales y después se transmiten a la Universidad por un problema de operatividad. Por eso se reciben los fondos directamente del Ymad pero es con la intervención de los ministerios de Infraestructura y Educación".
"De alguna manera buena parte del presupuesto nacional se establece a partir de impuestos y retenciones a una serie de actividades como la minería, la explotación del petróleo, la energía e inclusive la agrícola ganadera que tienen algunos componentes de uso de recursos y de contaminación y que quizás no nos estamos cuestionando el orígen de esos fondos".
"La pauta recaudatoria para el consumo de cigarrillos y las tabacaleras de este año es del orden de 4 mil o 5 mil millones de pesos y eso es más de la mitad de todo el presupuesto de las universidades nacionales para este año. O sea que, más allá de que no podamos identificar el orígen, es probable que parte de nuestros salarios estarían financiados a través de un impuesto a una actividad que es perjudicial para nuestra salud", explicó.
La entrevista ACÁ
Crapiste agregó que se recomendó a las universidades que el dinero no se dedicara "a gastos generales sino a programas de mejoramiento u obras de infraestructura que hicieran el desarrollo de la universidad y en ese sentido se expidió nuestro Consejo Superior".
Mencionó que si bien aún no estaba definido, las propuestas recibidas para destinar los fondos apuntaban a la concresión de obras de gas para adecuarse a normativas del Enargas, infraestructura y mejoramiento en el edificio de Alem y Humanidades y la adquisición de un colectivo para la realización de viajes de estudio.
El último jueves se comunicó que mediante una resolución, el rector amplió en 200 mil pesos el monto destinado a la asistencia de estudiantes con necesidades económicas. "Ello implica aumentar de 350 a 750 el número de beneficiarios" de becas de transporte y comedor.
En cuanto a tareas vinculadas a estudios de contaminación, el funcionario dijo que "de ninguna manera (condiciona) porque los fondos vienen del Estado Nacional. En realidad no van a rentas generales y después se transmiten a la Universidad por un problema de operatividad. Por eso se reciben los fondos directamente del Ymad pero es con la intervención de los ministerios de Infraestructura y Educación".
"De alguna manera buena parte del presupuesto nacional se establece a partir de impuestos y retenciones a una serie de actividades como la minería, la explotación del petróleo, la energía e inclusive la agrícola ganadera que tienen algunos componentes de uso de recursos y de contaminación y que quizás no nos estamos cuestionando el orígen de esos fondos".
"La pauta recaudatoria para el consumo de cigarrillos y las tabacaleras de este año es del orden de 4 mil o 5 mil millones de pesos y eso es más de la mitad de todo el presupuesto de las universidades nacionales para este año. O sea que, más allá de que no podamos identificar el orígen, es probable que parte de nuestros salarios estarían financiados a través de un impuesto a una actividad que es perjudicial para nuestra salud", explicó.
La entrevista ACÁ
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