miércoles, 4 de noviembre de 2009

"La reforma no aborda los temas centrales"

El constitucionalista Eduardo Barcesat analizó en nuestro programa la reforma política anunciada por el gobierno nacional y que ya se discute en la Cámara Baja del Congreso.
"Se trata de una reforma sobre el modo de la política y es por lo tanto limitada. Sería un tema profundo si se convocara a una reforma constitucional para examinar la viabilidad de un sistema con mayor fuerza parlamentaria y que abordara los temas centrales de la crisis de hoy día: deuda externa, dependencia tecnológica y política fiscal. Ese sería el idel de este constitucionalista".
El abogado se mostró de acuerdo con "achicar los tiempos de la propaganda política pre electoral, repartir igualmente los tiempos, favorecer una igualación prohibiendo que aquel que tiene más dinero pueda abusar de los medios de comunicación audiovisual para instalar su propuesta, imagen, etcétera" y subrayó que "el hecho de haber una elección primaria, abierta y obligatoria (...) puede mejor la calidad de la propuesta política".
"Lo más criticable es el piso electoral que de alguna manera le pone un coto a todo aquello que sea nuevo, es decir, a todo lo emergente en la política se lo cercena, se lo frustra, se lo imposibilita de hecho y eso me parece una desigualdad que no debiera estar en la legislación electoral", agregó Barcesat.
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"Un partido puede ser muy gordo y no representar nada"

Por su parte, el diputado nacional de Solidaridad e Igualdad Carlos Raimundi propuso arrancar los padrones partidarios de cero: "Es una manera de sincerar la situación y poner a prueba que esto no se trata de una reforma hecha a la medida de los dos grandes partidos porque la verdad que plantear internas abiertas y una serie de requisitos para ser partido que sólo pueden cumplir los grandes me parece un retroceso porque no admite ni reconoce una crisis muy fuerte y la emergencia de nuevas fuerzas políticas".
Raimundi afirmó que "en Argentina hay más de 7 millones de personas afiliadas a partidos políticos. Un país de 40 millones tiene 30 millones de electores, quiere decir que hay una cuarta parte de los argentinos que cree en los partidos. No es así, es mentira. El tercer partido en cantidad de afiliados es el Frente Grande, que no existe, que no participa en elecciones desde hace mucho tiempo. Entonces lo que estamos pidiendo son afiliados más comprometidos, con más derechos y obligaciones".
"Para usar una imagen gráfica, es la diferencia entre un partido con tonacidad muscular y un partido con tejido adiposo: un partido puede ser muy gordo y no representar nada ni tener fuerza".
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